Reseña: Te daría el mundo - Jandy Nelson

Título: Te daría el mundo
Título original: I'll give you the sun
Saga: No
Autor: Jandy Nelson
Traductor: Victoria Simó Perales
Editorial: Alfaguara
Páginas: 416
Precio: 16,95€

Noah y su hermana gemela Jude son inseparables. El solitario Noah dibuja sin parar, y se ha enamorado en secreto de su enigmático vecino. La atrevida Jude salta desde altísimos acantilados, lleva pintalabios rojo y habla por los codos. Pero, con 16 años, los hermanos ya no se hablan. Algo les ha ocurrido. Algo ha pasado entre ellos que los ha removido de forma diferentes... Hasta que Jude conoce a alguien, un atractivo y frágil chico, y a una nueva fuerza en su vida todavía más impredecible y ligada a su pasado de forma inevitable. Los primeros años de esta historia los cuenta Noah; los últimos, Jude. Lo que ninguno comprende es que solo conocen la mitad de la historia y que, si pudieran compartirla, tendrían una oportunidad real de regalarse el mundo de nuevo. 

Hay libros que juegan con tus sentimientos de tal manera que, al terminarlos, te dejan hecha un guiñapo, con lágrimas en los ojos, una sonrisa en los labios y el corazón lleno de nostalgia. Te daría el mundo me ha hecho llorar de alegría, de tristeza, sonreír, reír... Me ha hecho reflexionar, amar más a las personas que me rodean y ver el mundo de forma un poco diferente. Estoy escribiendo esta reseña intentando contener los sentimientos, intentando no llorar cuando recuerdo la maravillosa historia que esconde este libro y a sus memorables protagonistas.

Te daría el mundo está contado a dos voces: la de Noah y la de Jude, dos hermanos mellizos muy especiales y opuestos. Noah nos narra lo que pasó cuando ellos tenían trece años, y Jude nos cuenta lo que ocurre en el presente, a los dieciséis. A través de estas dos perspectivas tan diferentes iremos conociendo qué ocurrió en la vida de estos mellizos que les hizo cambiar su relación y distanciarse tanto.

Reconocer a tu alma gemela se parece a entrar en una casa que conoces bien; reconocerás los muebles, los cuadros de la pared, los libros de los estantes, el contenido de los cajones. Podrías encontrar el camino a ciegas, de ser necesario.

Noah, sin duda, es el personaje que más destaca en esta obra, y el que más me ha marcado. ¿Por dónde empiezo a describirlo? Es un chico... especial. Un artista. Su forma de ver el mundo es maravillosa, inspiradora y emocionante. Amolda el mundo, sus colores y su forma a su estado de ánimo. Pero no solo describe sus alrededores según como se encuentre, también tiene una forma muy particular de ver a las personas, de ver como influyen en los demás y sus estados de ánimo.  Ha sido un placer conocer a este personaje y una experiencia inolvidable ver el mundo a través de sus ojos. Lo más bonito, sin embargo, ha sido darme cuenta de que, tras leer el libro, comparto un poco esa visión tan peculiar que tiene Noah del mundo.

El amor hace y deshace. Atrae la dicha y la desdicha con igual tenacidad.

Jude, hermana melliza de Noah, es un personaje totalmente opuesto a este. Aunque también es una artista y sus esculturas de arena son preciosas, no ve el mundo de la misma forma que Noah. Es una chica muy supersticiosa, que rige su vida según la Biblia de la abuela (un libro en el que esta ha ido recopilando frases, dichos y consejos -un tanto absurdos- a lo largo de muchos años). Aunque al principio se nos muestra fría y un tanto arpía, en cuanto la vamos conociendo se nos presenta realmente como es y resulta muy fácil cogerle cariño.

Debería existir un cuerno, un gong o algo así para despertar a Dios. Porque me gustaría decirle unas cuantas cosas. Tres palabras, en realidad: ¿PERO QUÉ COÑO?

Por otro lado, me parece maravillosa la forma tan natural con la que Jandy Nelson ha tratado aquí el amor y, más concretamente, el amor homosexual. No hay florituras, exageraciones o artificios, todo es natural y creíble. Las reacciones hormonales de los protagonistas y lo que estas conllevan no están suavizadas, sino que la escritora las muestra tal y como son, con momentos incómodos incluidos. Hay muchos tipos de relaciones en esta obra -las de hermanos, padre-hijos, madre-hijos-, y todas están muy bien construidas y llevadas, evolucionando en muchos casos y rompiéndose en otros. Además, tengo que decir que este ha sido el primer libro en el que un beso me ha hecho llorar. Las emociones de los implicados eran tan intensas y los sentimientos que transmitían tan bonitos... he sentido que estaba en la piel del protagonista y que sentía lo mismo que él. No sé cómo explicarlo mejor.

[…] El amor hace y deshace. Atrae la dicha y la desdicha con igual tenacidad. 

Con respecto a la pluma de Jandy Nelson, solo tengo alabanzas. Su prosa es evocadora, emotiva, envolvente, fluida, exquisita y llena de metáforas preciosas. La lectura de Te daría el mundo ha sido todo un lujo gracias, en gran parte, a la forma de escribir de la autora. La trama, por otro lado, es sencilla y sin muchos giros argumentales. Sin embargo, trata a fondo temas a los que tenemos que enfrentarnos día a día y otros un poco menos habituales pero que siempre viene bien pararse y reflexionar sobre ellos.

Mi corazón es más grande que la plaza de aparcamiento de una ballena azul.

En conclusión, Te daría el mundo es un imprescindible que cuenta con unos personajes que te emocionarán, una historia sencilla pero profunda y una prosa exquisita. No soy capaz de describir todo lo que me ha hecho sentir este libro, solo os digo que lo leáis y os dejéis enamorar por Noah y Jude.

Y vosotros, ¿lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido? ¿Queréis leerlo?

¡Un saludo! ^^

Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.